MEDIOS Y CALIDAD INFORMATIVA

Ahora todos son reporteros, críticos, o analistas. Hoy abundan las opiniones y la información, pero estamos más perdidos que nunca.

Los medios de comunicación en Jalisco hace años que entraron en crisis económica. La publicidad, única fuente legal de subsistencia, mermó ante la aparición de las redes sociales. Ante esta realidad se hizo casi imposible mantener una plantilla laboral amplia, con recursos suficientes para realizar la labor que le da sentido a su existencia.

Radio, Televisión y Prensa Escrita no son sólo empresas que buscan el lucro como el resto, sino que además tienen una labor social indispensable en los regímenes democráticos. Son el contrapeso de los gobiernos, los ojos críticos de la sociedad, los encargados de organizar la información y presentarla desde diferentes ópticas para enriquecer el criterio de las audiencias.

Cierto es que no son la única fuente de información de la gente, pero sí la más confiable por mucho. Aún hoy con la alta penetración de las redes sociales, sigue siendo imprescindible contar con fuentes identificables, objetivas (o al menos que intenten serlo), que busquen la escucha de las voces disidentes y no sólo las que les son afines, que generen un debate serio y responsable (no visceral). 

Hoy los medios de comunicación tradicionales sufren el embate de las nuevas tecnologías, sobre todo aquellas empresas que tardaron en reaccionar, que apostaron por los modelos tradicionales y desoyeron los gritos de modernidad que se imponían en el resto del mundo.

Hoy se hace necesario más que nunca apostarle a los medios tradicionales, no sólo como audiencias, sino como patrocinadores. 

Dejar de comprar espacios en Radio, Televisión y Prensa Escrita es como darse un balazo en el pie, tarde o temprano sufriremos (como ya se vive hoy en día) por tener medios a modo, tibios y blandengues, por escuchar sólo lectores de noticias y no analistas o críticos que cuestionen a la gente en el poder. 

Todos perdemos si los medios tradicionales mueren poco a poco. La sociedad pierde al no contar con voces disidentes sentadas en el mismo espacio. Perdemos al creer que todo es blanco o negro, que todo es radical como lo muestran las redes sociales. La realidad es un abanico de escenarios diversos que merecen la pena ser vistos y escuchados, que tienen el derecho a ser vistos, escuchados, respetados y reconocidos.

Los medios sí son responsables de la calidad informativa, pero no son los únicos responsables de su muerte. Audiencias y patrocinadores (clientes) también tienen parte de corresponsabilidad. 

En todos está la subsistencia de los medios. 

Ojalá pronto veamos el despertar de la conciencia para mantener con vida los medios que aún siguen siendo críticos y objetivos, a pesar de la embestida que generan la modernidad y los gobiernos temerosos de ser escudriñados.