SEGUIMOS AQUÍ

 

Esta pandemia duele por las despedidas que cada vez son más y más cercanas.

Duele por la indiferencia y negligencia de algunos y por el temor exacerbado de otros. Duele porque la vida nos cambió de repente y nos cuesta trabajo adaptarnos a una máxima de vida: la muerte nos acompaña siempre.

Pero seguimos aquí. Llorando por quienes se nos adelantaron, lamentando sus ausencias, pero seguimos aquí.

Seguimos vivos y sólo por eso, que ya es bastante, deberíamos honrar nuestra existencia. ¿Cuánto tiempo más estaremos aquí? No lo sabemos. ¿Será que el virus nos arrastre en esta oleada? No lo sabemos. Lo único cierto es que por hoy, por este momento, estamos vivos.

Tal vez batallando por la salud, por la economía, por la falta de un trabajo o de insumos para seguir adelante. Pero mientras exista vida, hay oportunidades para encontrar la salida y seguir adelante.

Hagamos que cada momento cuente. Sí, el tema de la enfermedad es muy importante y debemos cuidarnos a cada paso. Pero no es el único tema de conversación.

Comencemos a ganar terreno en las charlas, hablemos de la vida, de las opciones que tenemos enfrente, de nuestros sueños y anhelos, de nuestros pasatiempos, de nuestras relaciones valiosas, leamos un buen libro, escuchemos música que nos dé paz, tomemos esa copa de vino que nos permite brindar por este momento, usemos esa ropa especial guardada para ocasiones especiales, limpiemos nuestros espacios de aquellas cosas que ya no son útiles para nosotros, pero que a los demás les puede regalar vida y alegría.

Hoy tenemos la enorme oportunidad de arreglar nuestra historia, para que cuando llegue el momento, podamos irnos en paz, sabiendo que dejamos como estela un lindo recuerdo en quien nos piense.

Gracias a este virus recordamos que somos frágiles y temporales.

Gracias a este virus recordamos que amamos a mucha gente y no solo a la que tenemos cerca.

Gracias a este virus recordamos que nunca podemos tener el control de nada y que eso nos lleva a vivir al cien por ciento cada momento.

Gracias a este virus hoy muchos oran para encontrar la paz.

Seguimos aquí, honremos la vida y aportemos en cada espacio un poco de esperanza y alegría, el mundo lo necesita hoy más que nunca.